miércoles, 13 de mayo de 2009

Los 18 Agricultores que salvaron a China



Transcurre la noche del 24 de noviembre de 1978. Un grupo de desesperados campesinos chinos se encuentra reunido en la casa de Yan Lihua, en la aldea Xiaogang. Están allí a punto de tomar una decisión que va a servir como base del auge económico que vive hoy China.

Dieciocho campesinos se han reunido para escuchar el plan de uno de los más ingeniosos miembros de la comunidad: el señor Yan Hongchang. Él tiene una idea para salvar a los habitantes de la humilde aldea del hambre y la miseria en que viven. Este emprendedor les dice a sus colegas que deben dividir las tierras para que cada familia sea responsable del rendimiento de su parcela. 

Los campesinos intercambian miradas la propuesta es muy riesgosa, pues les puede costar la vida. Uno que otro reflexiona sobre el peligro que están corriendo con sólo comentar una acción de este tipo, pues la misma va en contra de las doctrinas de Mao, las cuales establecen que las tierras son propiedad colectiva.

Hongchang explica excitado que la división de la tierra obligará a los trabajadores a ser más efectivos y que esto ayudará a que por primera vez en mucho tiempo la aldea pueda tener excedentes de producción, los cuales podrán ser vendidos o intercambiados.

En otras palabras Hongchang le estaba proponiendo a sus colegas adoptar un sistema capitalista en medio de un gobierno comunista. Esto era muy grave.

Luego de unas horas de fuertes debates e intercambios de ideas los 18 agricultores decidieron asumir el riesgo y adoptar la propuesta que les podía costar la vida. Para asegurarse el bienestar de sus familias, por si alguno era descubierto, los campesinos decidieron concretar un pacto, firmarían un documento en el cual se comprometían a verlas por los hijos de aquellos colegas que fueran sorprendidos en sus acciones capitalistas.

Este modelo de producción tuvo tanto éxito en la aldea que fue adoptado por el gobierno Chino en 1980  con el nombre  de Sistema de Responsabilidad Familiar. Hoy en día los 18 campesinos son reconocidos como héroes y el documento que firmaron se conserva en el Museo de la Revolución China de Pekín.

La reflexión:

Algunas decisiones de los emprendedores son riesgosas, pero a veces hay que tomarlas. Aquí dejo la pregunta de esta semana para los emprendedores: ¿Vale la pena el riesgo que estoy asumiendo para alcanzar la meta?.

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