La experiencia del Club de Emprendedores me ha permitido estar en contacto con distintos tipos de personas con quienes he compartido diversas conversaciones en materia de formación de empresas. Estos compañeros responden a dos característica generales: 1) los que ya cuentan con su negocio; y 2) los que desean montar uno.
Todos ellos tienen muchos elementos en común, pero hay uno en particular que da origen a la columna de esta semana: La mayoría desea conocer la fórmula para hacer que sus empresas sean mucho más productivas.
Al respecto, les he comentado que a lo largo de mi trabajo me han presentado muchos planes de negocios, unos muy buenos y otros no tanto. Y la mayoría de las estrategias comerciales carecen de algo vital: una proyección de las acciones a tomar para mejorar la Educación Financiera de los implicados en el emprendimiento.
En la estructura de negocio se ven los presupuestos para alquileres, inversión en maquinaria, pago de personas, entre otros; pero no hay una partida o algún punto que indique que se va a dar importancia a la formación continua en el tema empresarial.
Un negocio no es únicamente un local con una santamaría para subir todo los días. O una oficina llena de computadoras y una cafetera. Para mí los emprendimientos son 70 % mentales. De esto un porcentaje es motivación y otro tanto conocimiento. Por todo lo comentado es que no creo en fórmulas mágicas para el éxito. Para poder hacer crecer nuestras empresas, tenemos que crecer nosotros antes.
Gracias por estar allí.
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