Hoy mismo recojo mis cosas y me voy con “Prosperidad”. Lo siento pero ya no hay vuelta atrás. Tú y yo fuimos uno solo por mucho tiempo. Aún recuerdo cuando había muy poco para comer, cuando llovían las deudas, cuando dudaba de mis capacidades para salir adelante, cuando acusaba a todos por lo mal que me iba. En fin, estuviste a mi lado en los peores momentos, pero de pronto la vi a ella.
Caminaba tan radiante y segura de sí misma. No sé cómo no la noté antes. Esta misma tarde “Prosperidad” me confesó que en más de una ocasión coincidimos en algunos lugares, pero yo nunca le presté atención. En ese momento ella me veía tan triste y desolado que no se atrevió a acercárseme.
Pero a todos nos llega nuestro tiempo y al fin la encontré. Fue amor a primera vista. Desde ese mismo instante quise conocer más de ella. Investigué sobre sus gustos, hablé con sus amigos, y te debo confesar que cada vez me fascina más.
Por todo esto, es que te digo “Pelazón” que lo nuestro llegó a su fin. Así como lo oyes, no quiero volver a verte más en mi vida. Me voy con “Prosperidad”, ella es lo que siempre he deseado tener.
“Prosperidad” me hace sentir un hombre nuevo. Más seguro de mi mismo, y gracias a ella he podido ayudar a muchos.
Bienvenida a mi vida Prosperidad.
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Agradezco a todos mis apreciados lectores por haberme permitido esta ligereza como escritor en nuestro espacio de esta semana.
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