martes, 22 de septiembre de 2009

Cuando sobran las ideas y faltan los centavos.


Quienes sueñan con tener su propio negocio o quienes ya tienen uno, cumplen con un requisito muy importante para el mundo de los empresarios: son soñadores de emprendimientos.

En mi trabajo me encuentro con muchas personas llenas de ideas para mejorar sus establecimientos y otros que tienen innumerables proyectos de posibles empresas. Me fascina escuchar a la gente hablar de sus negocios ideales. Parecen niños llegando a un parque con sus cometas, sus metras y sus muñecas. Si ellos se vieran, observarían el brillar de sus ojos; la emoción de sus voces; por sus cuerpos circula una energía tan positiva que serviría para iluminar ciudades enteras. Realmente es uno de los factores que más me apasiona del compartir con emprendedores.

A muchos se les acaba la magia cuando llegan al tiempo presente, cuando caen en su realidad y admiten que sus sueños de empresarios están frenados por la falta de recursos económicos. Hasta allí llega el vuelo de los papagayos. A todos ellos les pido que no permitan que la falta de viento le impida seguir construyendo cometas o jugar con sus metras o alistar sus muñecas para divertirse en su día de parque. Sigan preparando sus proyectos. Asegúrense de que sus ideas puedan ser comenzadas con un capital inicial accesible; cerciórense que sea un negocio realmente rentable, esto le ayudará a convencer a posibles inversionistas; y sobre todo piensen desde ya en abaratar costos de producción.

Como siempre agradezco a todos ustedes queridos lectores los comentarios que me envían al correo y a este blog.

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