Es una constante para muchos empresarios quejarse de la rentabilidad de sus negocios. De hecho, la baja productividad económica de las pequeñas empresas es uno de los factores que les impide subsistir a lo largo del tiempo.
En este sentido, creo firmemente que cada quien tiene el negocio que quiere. Claro que este deseo es a veces muy inconsciente, pero es así. En mi trabajo me he encontrado con personas que se niegan asumir las transformaciones necesarias para cambiar sus negocios. Estos gerentes tienen un saboteador interno que no les permite hacer más productivas sus empresas. Estos saboteadores en la mayoría de los casos son miedos; El temor a la novedad, al sentirse desplazados como ejes centrales de la empresa, entre otros.
Si usted es dueño de una empresa y no está muy conforme con la rentabilidad de la misma, sería prudente abrirse a escuchar nuevas propuestas para su negocio. Eso les ayudará a mantenerse más vigente y a que su negocio retome la ruta productiva que usted siempre soñó.
Si por el contrario, usted pertenece al grupo de personas que está pensando en montar su propia empresa, es muy conveniente que analice cuáles son las actividades que más le gusta hacer y que busque colaboradores para aquellas tareas en las que no se siente muy hábil.
Como emprendedor hay que darse permiso para tener éxito. La rentabilidad del negocio depende de nuestros talentos para hacer que los factores externos conspiren en nuestro éxito. Hasta el martes de la próxima semana.
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