miércoles, 9 de junio de 2010

El negocio de las Grandes Ligas y el caso Galarraga


La semana pasada una de las más productivas industrias del deporte, Major League Baseball, se vio en el centro del huracán cuando ante los ojos de todo el mundo se le despojaba al lanzador venezolano Armando Galarraga de la oportunidad de acreditarse un juego perfecto, algo que sólo han logrado 20 serpentineros en la historia.

Un error del árbitro Jim Joyce levantó la polémica que colocó en riesgo la credibilidad de uno de los negocios de mayor rentabilidad del planeta.

En minutos la  jugada estaba colocada en Youtube, se comentaba en Twitter y Facebook. Estas fueron las herramientas usadas por los clientes (los aficionados) para levantar su voz de protesta.

La información trascendió y fue a parar más allá del ámbito deportivo. La furia de los clientes valió la intervención de agentes políticos, causó además la posibilidad de una reconsideración de la jugada.

En definitiva, Galarraga no tuvo su juego perfecto. Pero para calmar los ánimos y responder a sus clientes la industria del béisbol anunció que se esforzará en usar repeticiones instantáneas para evitar que las pifias humanas acaben con la confianza del público.

El caso Galarraga me sirve para dejar dos reflexiones:

1.- No hay empresa que no necesite cambiar para estar en sintonía con sus  clientes.

2.- Las redes sociales están revolucionando las comunicaciones. Hay que aprender a usarlas a favor y evitar tenerlas en contra.

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